sábado, 28 de septiembre de 2013

Homenaje a la tortilla de patatas, de las comidas más populares de la cocina española: ¡Viva España!


 
La tortilla de patatas es una de las comidas más populares de la cocina española y con las que más nos identifican a España y a los españoles cuando salimos de nuestro país.

Y es también una de las comidas que más se hacen en las casas, como primer plato o aperitivo a mediodía, o como plato único en las cenas. Y de las que más se preparan para tomar en bocadillo o para compartir en un cumpleaños, para ir de campo, por cualquier motivo cuando se juntan los amigos o un grupo de personas para cualquier evento..., pues su sabor se aprecia mejor una vez ha dejado de estar caliente y es fácil de llevar en fiambrera o en envase de plástico, y de partir y repartir.

¿A qué español o española no le ha hecho su madre o su abuela una gran tortilla de patatas para alguna excursión del colegio o para ir de campo con los amigos, a la que sólo le ha faltado recibir el aplauso de los comensales?

En sí misma la tortilla de patatas nos parece algo fácil de hacer y apenas le prestamos la atención que merece. La sencillez de sus dos ingredientes básicos, patata y huevo, nos ha llevado a más de alguno y alguna a atrevernos a hacerla por primera vez... sin siquiera fijarnos en cómo se hace, ni preguntar. Y así nos salió la primera vez: ¡hala, las rodajas de patatas puestas crudas tal cual en el huevo batido... y a componer de esta guisa la tortilla, sartén y espumadera en mano! Menudo fiasco. Recuerdo cómo se reía mi abuelo Gregorio cuando me vio hacer la tortilla así, un día que me encargué yo de preparar la comida, siendo una cría todavía que no había salido del cascarón. Qué apuros pasé, tuve que pedir ayuda a mi abuelo.



Pues no es fácil, no. A mí aún me cuesta que la tortilla salga blandita, esponjosa, jugosa, sin que se me queme el huevo por la parte que está en contacto con la base de la sartén.
Una buena tortilla de patatas tiene su saber hacer y su buen toque personal. A fuego lento, vigilando y levantando la sartén si es preciso... y dar la vuelta a la tortilla es cosa de mucha destreza y tesón.
Otra cosa que he aprendido a base de hacer y deshacer en la cocina es que no hay que batir mucho el huevo. Más bien poco, para que la tortilla nos quede con buen volumen.
La semana pasada me salió la tortilla de patatas de mis sueños, es decir, como la de mi cuñada, probando un utensilio nuevo: un asador circular eléctrico que nos tocó en la Tómbola de Cáritas de la Feria de Albacete, juntando las letras de la palabra CARITAS.
Así lo preparé y quedamos todos encantados del resultado:

Receta de tortilla de patatas
Ingredientes: 4 patatas medianas-grandes y 7 huevos. Aceite de oliva suave y sal.
Elaboración:
Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas finas (medio centímetro de grosor, aproximadamente). Las freímos en aceite abundante y una vez están tiernas, -de tal manera que las podamos partir con la espumadera, pero no muy hechas-, las dejamos escurrir y que se enfríen un poco. Les añadimos sal, según gusto, y las removemos.
Batimos los 7 huevos, no mucho, que no se nos quede líquido del todo. Lo que es romper los huevos, mezclarlos y batirlos un poco. Añadimos las patatas y mezclamos cuidadosamente.
En la sartén ponemos unas cucharadas del aceite del de freír las patatas, de tal manera que cubramos la base de la sartén, y añadimos la mezcla de las patatas y el huevo.
Entonces, regulando la temperatura, a fuego suave, va cuajándose la tortilla. Y cuando vemos que ya se ha compactado por abajo, -con cuidado de que no se nos queme, pues sabrá a amargo-, es el momento de darle la vuelta a la tortilla, hasta que nos sale esta comida tan circular como una plaza de toros, intentando que quede jugosa y el huevo no demasiado hecho.
¡Viva España!

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